martes, mayo 16, 2006

¿Tribus urbanas o amenaza neonazi?

La fotografía es del 12 de abril de 1945 y muestra los cuerpos de prisioneros mueros por hambre o disparos, tras la liberación aliada del campo de concentración nazi de Lager Nordhausen. (Foto Wikipedia)


Temor por hechos violentos



* Ya fueron dados de baja dos suboficiales y dos carabineros por aparecer ligados a grupos neonazis, relacionados con el homicidio de un joven “punk”.

Por Nello Rolleri Veloso.

El 16 de abril pasado el joven “punk” Tomás Vilches Araneda de 18 años fue asesinado por una pandilla de neonazis en la comuna de Puente Alto. La investigación criminal desembocó en el hallazgo de fotografías que revelarían la instrucción paramilitar del grupo y, lo que es más grave, de la presunta participación de personal del Ejército y de Carabineros.
La reacción del Ejército fue drástica: dio de baja al cabo segundo de reserva Juan Manuel Acevedo Moya, del Regimiento Reforzado Nº 3 Yungay, y al estudiante de primer año de su Escuela de Suboficiales, soldado dragoneante Cristián Bello Paz. Y anteayer, Carabineros hizo lo mismo con sus efectivos Francisco Cayuqueo y David Guerrero, ambos pertenecientes a la Prefectura Cordillera de Santiago.
Por este caso permanecen prófugos Esteban González Araneda, alias “Tito van Damme”, que sería el líder de la agrupación, y César Esparza, en una investigación que desarrolla la fiscal a cargo del caso, Paola Trisotti.
El tema preocupa al gobierno y el Ministerio del Interior (ver nota aparte) ha anunciado que aplicará todo el rigor de la ley contra quienes aparezcan ligados a estos grupos neonazis. Sin embargo, la situación ha generado incertidumbre por los alcances de estas agrupaciones y sus infiltraciones en las Fuerzas Armadas, ya que se teme que puedan estar vinculados más uniformados.
Las dudas se centran en determinar si sólo se trata de pandillas o “tribus urbanas”, que se caracterizan por sus periódicos enfrentamientos en las calles, o si se alberga una organización más estructurada, que no sólo difunda la ideología nazi sino que también pretenda imponer su régimen totalitario, que se caracterizó en la Alemania nazi (1933-1945) por su persecución a los judíos y la creencia en la supremacía de la raza aria y su derecho a someter al resto de la humanidad.

Holocausto

El régimen nazi alemán es responsable del “Holocausto”, palabra que se usa para designar al genocidio llevado a cabo en contra de la población judía de Europa durante la Segunda Guerra Mundial.
Aunque las cifras exactas no se conocen, se calcula que murieron víctimas de este exterminio en campos de concentración más de seis millones de judíos, además de unos cuatro millones de soviéticos o víctimas de la ocupación de Rusia, unos 800 mil gitanos, además de polacos e individuos considerados por los nazis como perjudiciales, como los presos políticos, los homosexuales, los discapacitados físicos o síquicos y los delincuentes comunes.

Tajante posición de Navarro

"Libertad de asociación debería ser restringida para estos grupos”

* Para el senador la experiencia del país con Colonia Dignidad no debería repetirse.

El senador Alejandro Navarro (PS) fue aludido directamente el año pasado por los neonazis a través del periódico “Presencia nacional”, que lo criticaron duramente por solicitar que Chile diera refugio a un grupo de sierraleonenses, quienes llegaron como polizones en un barco mercante, a los puertos de la zona.
Este impreso señalaba que “los políticos, cualquiera sea el partido al que pertenezcan, están obligados a cautelar no sólo la flora y la fauna de nuestro país; en primer lugar su actividad tiene que orientarse a la conservación del patrimonio genético nacional, evitando por todos los medios la entrada de individuos racialmente distintos”.
La reacción del entonces diputado fue solicitar al Ministerio Público que se investigara el ilícito contemplado en el artículo 31 de la Ley Sobre Libertad de Opinión e Información, N° 19.733. En ella se especifica el “discurso odioso” que sanciona “el que por cualquier medio de comunicación social, realizare publicaciones o transmisiones destinadas a promover odio u hostilidad respecto de personas o colectividades en razón de su raza, sexo, religión o nacionalidad, será penado con multa de veinticinco a cien unidades tributarias mensuales.
En caso de reincidencia, se podrá elevar la multa hasta doscientas unidades tributarias mensuales”.
La investigación, señaló, no logró identificar a los responsables del pasquín ni castigarlos, sin embargo, por lo menos evitó que siguiera publicándose.
Para Navarro, la situación actual, en que reaparecen estos grupos neonazis, obliga a la sociedad y al gobierno a evaluar el fenómeno de las “tribus urbanas”, en que se atrae a los jóvenes con discursos atractivos y que promueven la exclusión de aquellos que son distintos.

Caso de Colonia Dignidad

Para Navarro, la experiencia del país con Colonia Dignidad no debería repetirse, ya que en ese caso un grupo de extranjeros formó una sociedad benefactora y se acogió a la legalidad chilena, adquirió terrenos extensos al interior de Parral, lo que en la práctica se transformó en un Estado dentro del Estado, que luego fue muy difícil de perseguir o de disolver, cuando se conocieron los abusos que realizaba su líder, Paul Schaefer Schneider.
La legislación chilena actual, señala Navarro, no impediría que nuevamente un grupo se asociara para difundir y practicar una ideología neonazi, siendo muy débiles las herramientas legales para detener su acción.
Para el parlamentario, se hace necesario estudiar la posibilidad de limitar la libertad constitucional de asociación, para aquellos grupos que promuevan la violencia contra personas de una determinada religión, raza o cultura.
Sin embargo, valoró la actuación del Ejército y de Carabineros, que dio de baja en forma inmediata a quienes aparecieron ligados a estos grupos. Para Navarro se trata de una “señal potente” de que el Estado chileno no está dispuesto a tolerar los neonazis y que serán perseguidos por la justicia.

André Jouffé: “Una vez más comunidad judía chilena reacciona tarde”

El director de la carrera de Periodismo de la U. San Sebastián en Concepción, André Jouffé Louis, miembro de la comunidad judía, cuestiona que ante la reaparición de grupos neonazis “una vez más la comunidad judía chilena reacciona tarde; tal como lo hizo cuando asesinaron a punta de torturas a Diana Aron después de septiembre de 1973”.
El académico afirma que no es tan extraño que hayan dado de baja a cuatro uniformados en la semana y advierte que históricamente existió alguna simpatía por la doctrina nazi en algunos oficiales y que, por el contrario, “se pueden contar con los dedos los judíos en el Ejército. Herman Brady Roch fue uno, y lo mantuvo casi como silencio o hermetismo masónico”.
Como periodista, advierte que “en la medida en que la prensa más habla del neonazismo, más simpatizantes derivan a esa causa”.
Añade que Santa Cruz y sectores colchagüinos siempre fueron cunas nacionalsocialistas chilenas, aunque la colonia alemana no influyera ahí. “Creo que se está dimensionando algo que está perenne en este país, el antisemitismo, el racismo, la xenofobia en general.
Basta con leer la Raza Chilena o los textos de Bunster”.
Opina que “en épocas donde lo gótico se confunde con la svástica, hay que andar con cuidado”.
Jouffé también coincide con Reinhard Maiworm, director de Goethe Institut, en que es preocupante que en Chile el libro “Mi lucha” de Adolf Hitler esté disponible y señala que “el peligro de ese libro radica en que está sumamente bien escrito, es entretenido y tiene un estilo atractivo hasta para los más ingenuos”.

Ministro del Interior en Concepción

Zaldívar: “Deben ser sancionados”


El ministro del Interior Andrés Zaldívar precisó que “si hay gente que piensa que Hitler es un héroe, no le podemos impedir que piensen de esa forma, pero sí podemos impedir que ese tipo de organizaciones tenga actividades que atenten contra la estabilidad institucional o contra la seguridad”.
Por ello, agregó, “me felicito que hayamos descubierto quienes son los que estaban participando de grupos neonazis, porque estaban cometiendo delitos, habían asesinado a una persona”.
Lo grave sería, agregó, “hacer vista gorda y permitir que el asunto funcionara, lo grave sería que hubiera personal del Ejército y de Carabineros vinculado. Pero esas dos personas fueron sacadas por las propias instituciones, porque no hay que confundir a las instituciones con las personas. Yo no destacaría tanto el intento de organizarse de parte de estos grupos, sino el mérito que está en haberlo descubierto y haberlo sancionado”.
Si el día de mañana surge un grupo que piensa como neonazi, acotó, “yo no puedo impedirlo, ni prohibirlo, así como no puedo impedir que la gente piense como musulmán, judío, católico o protestante, no puedo impedir el libre pensamiento de la gente. Lo que sí tengo que sancionar son las conductas, las asociaciones ilícitas para cometer actos ilícitos y, en ese caso, dichas organizaciones por supuesto que tienen que ser sancionadas”.

*Domingo, 14 de mayo de 2006.

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