jueves, febrero 23, 2006

Gobierno tiene otro catastro de campamentos


Incluye 15 mil familias



El Presidente Lagos asistió en Talcahuano al traslado de familias a sus nuevas casas. Lista con nuevos campamentos que aparecieron en Chile se entregará a Bachelet.

El Presidente Ricardo Lagos aseguró ayer en Talcahuano que con las obras en curso este año se terminarán los 972 campamentos catastrados hace diez años en el país, donde vivían 106 mil familias.
En una ceremonia que se realizó en el cerro San Miguel, para iniciar el traslado de 300 familias hasta San Pedro de la Costa, el jefe de Estado afirmó que “este es un momento de inspiración y orgullo para todos los chilenos, porque este cambio que tienen en sus vidas es el esfuerzo de ustedes y de los 15 millones por generar las condiciones para que sea posible erradicar los campamentos”.
Sin embargo, la meta de terminar definitivamente estos asentamientos precarios la deberá asumir la Presidenta electa, Michelle Bachelet, quien recibirá el nuevo catastro realizado en todo el país.
La directora ejecutiva del programa Chile Barrio, Silvia Araos Herrera, explicó que el listado 2006 de campamentos revela que quedarán cerca de 15 mil familias en nuevos asentamientos surgidos durante los últimos diez años, mientras casi 30 mil familias viven en barrios precarios.
Se trata de los hijos y nietos de quienes tendrán vivienda definitiva, de microcampamentos, y de familias que emigraron desde el campo a la ciudad en busca de oportunidades.

*Portada 23 febrero 2006.

Después del esfuerzo en periodo de Lagos:

Quedarán 15 mil familias en campamentos

Presidente Ricardo Lagos destacó inversión de 800 millones de dólares, realizada durante su mandato, para dar solución a 106 mil familias.

Chile Barrio entregará a la Presidenta electa, Michelle Bachelet, un estudio más completo que el realizado en 1996 por la U. de Chile.

Por Nello Rolleri V.

Michelle Bachelet tendrá la oportunidad histórica de terminar con los campamentos en Chile. Ello luego que el Presidente Ricardo Lagos asegurara ayer en Talcahuano que durante los seis años de su mandato se invirtieron 800 millones de dólares para dar vivienda definitiva y un barrio digno a 106 mil familias, que formaban parte del catastro de campamentos realizado el año 1996 por la U. de Chile.
Sin embargo, el programa Chile Barrio realizó un nuevo catastro, que ya se encuentra terminado, donde se determina que otras 12 a 15 mil familias continuarán viviendo en campamentos, mientras que entre 25 a 30 mil familias estaría en barrios precarios.
Silvia Araos Herrera, arquitecto, directora ejecutiva del programa Chile Barrio, explicó que el nuevo catastro se realizó en base a la información del Censo 2002.
Añadió que las cifras hablan por sí solas al dar cuenta de la disminución sustantiva de los asentamientos precarios en los últimos diez años y la eficacia que tuvo el mencionado programa.
Advirtió que el catastro 2006 es más amplio que el anterior, ya que el primero contabilizó los campamentos de al menos 20 familias. “Ahora estamos recogiendo aquellos que tienen al menos cinco familias. Además está incluido el sector rural y también las comunidades indígenas”, que no habían sido consideradas el año 1996.
La directora señaló que “estamos esperando presentarle el estudio a la nueva ministra de Vivienda (Patricia Poblete Bennet)” e indicó que quedarán a la espera de las decisiones que tome la Presidenta electa, Michelle Bachelet.
Respecto a las diferencias entre el trabajo ya realizado y los desafíos que quedan por delante, Silvia Araos aseguró que ya no quedan “megaproyectos” de campamentos, como la relocalización de tres mil familias que se realizó en San Pedro de la Costa. Sin embargo, indicó que dar solución a los pequeños campamentos también será un trabajo complejo, especialmente si no es posible que las familias permanezcan en el mismo lugar y es necesario reubicarlos.

Complejidad social


La directora de Chile Barrio explicó que el trabajo para terminar con los campamentos no sólo tiene que ver con la construcción de las viviendas, sino con la habilitación de un barrio, que permita la inserción laboral y social de las familias que allí vivan.
En los casos de San Pedro de la Costa y Peñuelas en Talcahuano, señaló, la inversión por familia superó las 400 UF, lo que constituye un monto muy importante para el Estado.
Aseguró que en esos proyectos están dadas las condiciones para que no se transformen en guetos, por sus características de accesos, equipamientos y trabajo social, para que se integren plenamente al resto de la ciudad.
Mencionó como ejemplo, que en el caso de San Pedro de la Costa, ubicado en el camino a Coronel, eran numerosos los desarrollos inmobiliarios para sectores medios y medio-altos, que favorecen esta intención del gobierno.
“Se ha hecho un trabajo importante con las familias, con las organizaciones sociales, de tal manera que no sea un gueto. Es una apuesta, sin duda, y vamos a ver qué ocurre. Pero se ha hecho todo el esfuerzo para que sea así”, concluyó Silvia Araos.

Los 100 días

Michelle Bachelet se impuso iniciar un total de 36 actividades en sus primeros cien días de gobierno. Entre ellas destaca la número 30, que señala: “Iniciaremos un amplio programa de intervención urbana, identificando 200 barrios a mejorar en todo Chile. Se beneficiarán barrios de Santiago como El Volcán (Puente Alto), Santa Adriana (La Florida) o la Villa Portales (Quinta Normal) y de Concepción barrios como Boca Sur o Pedro de Valdivia Bajo (Gran Concepción). Los mencionados en Concepción constituyen barrios que se caracterizan por sus condiciones de extrema pobreza de parte importante de su población, pero también, porque los planes de mejoramiento han tropezado con escollos. Es el caso de Pedro de Valdivia Bajo, donde la anunciada iniciativa de “Ribera Norte II”, se encontró primero con la resistencia de una parte de la comunidad de sector acomodado de Lonco y después con un litigio por la propiedad de los terrenos Serviu.

Presidente Lagos: “Ustedes simbolizan lo que ha sido Chile en estos años”


El Presidente Ricardo Lagos encabezó ayer una ceremonia de traslado para más de 300 familias desde el cerro San Miguel en Talcahuano (al costado poniente de la avenida Las Golondrinas) hasta el sector San Pedro de la Costa.
Lagos en su discurso les aseguró que “ustedes simbolizan lo que ha sido Chile en estos años, un país que tiene prioridades, que puede crecer y que gracias a estas prioridades ahora ustedes cumplen el sueño de la casa propia y a partir de allí tienen nuevos sueños y nuevos desafíos, porque el progreso no se detiene”.
Añadió que con el programa Chile Barrio “hemos avanzado para construir un país mejor, un país donde cada familia pueda acceder a la vivienda digna, a un barrio en que sus hijos puedan crecer con tranquilidad”.
En la ceremonia que se inició a las 10 horas fue acompañado de su señora Luisa Durán; de la ministra de Vivienda, Sonia Tschorne; del intendente (s) Rodrigo Díaz Wörner; de la directora ejecutiva del programa Chile Barrio, Silvia Araos Herrera; y del alcalde de Talcahuano, Leocán Portus Govinden.
En la oportunidad el Mandatario recordó que “los sectores más pobres del Biobío vieron durante décadas frustradas sus esperanzas de tener una casa propia. Un tercio de todos los campamentos de Chile estaban erradicados en esta región y por ello, como candidato, les señalé a ustedes mi compromiso de que los 900 campamentos que estaban inventariados iban a terminar en mi gobierno y ahora puedo decir que los 900 campamentos, 106 mil familias, van a tener una vivienda antes de que finalice este año, todos ellos”.
Agregó que “al cumplir la meta que nos propusimos estamos acá queriendo, junto con ustedes, acompañarlos en una de mis últimas actividades como Presidente, cuando ustedes tengan la oportunidad de, en esos simbólicos camiones, llegar a su nuevo hogar. Ustedes dejan atrás los baños insalubres, dejan atrás el caminar en busca de agua, dejan atrás estar colgados, si es que lograban estar colgados a un cable de luz”.
El jefe de Estado enfatizó que “hoy día acá se inicia una vida nueva y eso es posible por un país, una sociedad, que tiene metas claras, propósitos definidos. Chile está creciendo, cómo nos aseguramos que ese crecimiento sea también una vivienda para los hijos de Chile que no lo han tenido y eso es lo que hemos hecho.
La erradicación de este campamento significa una inversión aproximada de cuatro mil millones de pesos y forma parte del plan integral de San Pedro de la Costa.
Lagos añadió que “aquí se están construyendo casas y se está construyendo ciudad, allí están los nuevos liceos, las nuevas escuelas en San Pedro de La Costa en el plan integral, allí están las plazas, allí están los espacios públicos, allí está la capacidad de generar un entorno acogedor.
Esa es una distinta calidad de vida la que ustedes van a iniciar, no solamente en su casa, y esta capacidad que han tenido, unidos, de pasar del campamento a este nuevo hogar, a este nuevo barrio, esa mirada la tienen que preservar para seguir teniendo posibilidades de seguir avanzando colectivamente”.

Página 3. Temas del día. Jueves 23 febrero 2006.

miércoles, febrero 22, 2006

Lagos pone fin a su programa para los campamentos


Chile Barrio



* Una inversión inédita de 280 millones de dólares en la Región del Biobío permite entregar viviendas dignas a familias de extrema pobreza.
* Primer Mandatario dará hoy el vamos al traslado del campamento del cerro San Miguel de Talcahuano, que se va a San Pedro de la Costa.


La tarea está cumplida, pero todavía falta por hacer. Aunque parece una contradicción, en realidad no la hay.
El Presidente Ricardo Lagos llegará hoy hasta Talcahuano para dar por cumplida su meta de terminar con los 972 campamentos que existían en Chile, de los cuales un tercio (291) estaba en la Región del Biobío. Eso sí, según un catastro realizado el año 1996.
Desde esa fecha hasta hoy, esas familias -como es natural- se han multiplicado y los entonces adolescentes, ahora son padres de familia, que no pueden trasladarse a las nuevas viviendas de sus padres y que en muchos casos deben conformarse con seguir en el mismo lugar, en precarias condiciones.
La tarea de Chile Barrio, sin embargo, es evaluada como exitosa.
Se trató de una inversión de 280 millones de dólares sólo en Octava Región, concentrada en las comunas del Gran Concepción. Sólo en los últimos tres meses cerca de cinco mil familias se han trasladado a sus nuevas casas.
Se trata de un fuerte impacto en la calidad de vida de esas personas, que durante décadas vivieron en la marginalidad, en terrenos inundables e insalubres, a menudo rodeadas de basurales.
Para la ciudad el cambio ha sido notorio. De la noche a la mañana Concepción ha visto como desaparecen estas mediaguas a la orilla de lagunas, empinados cerros, a la orilla de la vía férrea y de avenidas. A la sorpresa inicial sigue la molestia de los vecinos, por los escombros y los muebles viejos que quedaron abandonados.
También surgen nuevos desafíos para las comunas que reciben a estas familias, como San Pedro de la Paz, que ha visto como su población aumenta en tres mil familias en pocos meses. Ello significará una mayor demanda por transporte, colegios, liceos y centros de salud.
Para los recién llegados la esperanza es que la casa propia y el nuevo barrio les signifique también una plena integración a la sociedad de la cual sienten legítima pertenencia, especialmente en el ámbito laboral. Al conversar con ellos se aprecia su firme voluntad de surgir, a que “nunca más” deban volver al barro y la vida indigna del campamento.

Los terrenos que quedarán desocupados

Agüita de la Perdiz, Palomares, Collao 1900 y laguna Las Tres Pascualas, son algunos de los sectores de Concepción en que se desocuparán terrenos municipales, que durante décadas estuvieron ocupados en forma irregular por campamentos y cuyos espacios quedarán liberados con el programa Chile Barrio.
La alcaldesa Jacqueline van Rysselberghe señaló que en esos casos, pese a recuperarse una importante superficie, la prioridad del municipio es que esas áreas no vuelvan a ser “tomadas” y que se destinen a lo que la comunidad requiere: áreas verdes y equipamiento.
La jefa comunal indicó que esperaba que Chile Barrio cumpla con su obligación de sacar los escombros, desratizar, clausurar los pozos negros y cercar los terrenos que están siendo desocupados.
Ninguno de estos sitios tiene aptitud habitacional, debido a que se ubican en sectores de riesgo, ya sea por inundación, deslizamiento de terrenos o porque se emplazan sobre un antiguo basural (como en el caso de Collao 1900). Estas condiciones fueron las que obligaron a Chile Barrio a trasladar a esas familias a otro sector.
Lamentablemente, indicó Jacqueline van Rysselberghe, tal como pasó en la Costanera y en el campamento La Pera, en todos los casos quedan algunas pocas familias habitando en esos terrenos, por lo hay una tarea pendiente para la ciudad.

Testimonio de familias: “Estamos felices de llegar aquí”

Los camiones con pintura de camuflaje del Regimiento Chacabuco han cruzado incesante mente la ciudad durante los últimos días. Pero no se trata de un ejercicio militar, sino de una mudanza, a la que el Ejército ha prestado su colaboración.
Los militares, incluyendo mujeres uniformadas, han cargado camas, refrigeradores, cocinas y todo tipo de enseres, para un millar de familias que comienzan una vida nueva en San Pedro de la Costa.
Porque no se trata de una simple mudanza. Para estas familias es la definitiva, la que las lleva a la casa propia, que anhelaron durante muchos años.
Mirna Astudillo Pereira es una de las dueñas de casa que se declara “agotada” por el trabajo de trasladar sus enseres, pero muy contenta de estar en este cambio.
Explica que proviene del campamento cerro Estanque, cerca de la población Teniente Merino II de Talcahuano, donde vivió los últimos 13 años, aunque nació en Ñipas.
Lo único malo que encuentra de su nueva casa es que “se demoró mucho”. Afirma que desde hace dos años que estaban a la espera que las viviendas fueran terminadas y los plazos se postergaron varias veces.
Explica que tiene dos niños, que este año ingresan a 7º básico y 2º medio. El menor irá al colegio que está recién construido en el mismo sector, a pocas cuadras, sin embargo, el mayor deberá viajar a estudiar hasta Concepción.
Concluye con un llamado a las autoridades para que “no se olviden de nosotros”, porque indica que todavía requieren apoyo para salir adelante.
Juan Oñate Torres, junto a su esposa María Toledo Mora, explica que provienen del campamento Santa Laura de Chillancito, en Concepción. En ese sector, aledaño al puente Andalién, sufrían cada invierno por las inundaciones y su bienestar dependía si el río estaba “mañoso” y si se desbordaba o no.
Con su nueva casa, pese a que son una familia de seis integrantes, declaran que están “muy agradecidos”.
Añaden que aunque recién están conociendo la casa “dinámica sin deuda”, se hallan muy satisfechos por la calidad de sus materiales y lo sólida que se aprecia.
Margarita Andrade García, de 36 años, explica que es “madre soltera” y que junto a su único hijo Issac Jacob Rojas Andrade (7) están felices porque por fin tienen cada uno su propio dormitorio. Toda su vida vivió de allegada en la orilla del río Andalién, explica, donde cada invierno sufría las inundaciones y el barro. Sin embargo, ahora deberá continuar frecuentando ese sector, porque allí está su única fuente de sustento: una cantera donde se realizan trabajos de artesanía en piedra. Respecto de su nueva casa, indica con emoción que “es más linda de lo que imaginaba”.
Leila Inostroza Muñoz llega de Boca Sur, en la misma comuna de San Pedro de la Paz. Antes, sin embargo, estuvo en otro campamento en el sector de Nonguén.
Declara que está muy contenta que por fin, después de 25 años, tiene su casa propia. Convencida afirma que su vivienda se la trajo “la democracia”.

Casas de 290 UF

El traslado que se realiza esta semana al sector San Pedro de la Costa, ubicado en el camino San Pedro de la Paz a Coronel, involucra a 850 familias.
Los beneficiados son familias que no están en condiciones de pagar dividendos. El programa les entrega una casa de 290 UF, de la cual sólo deben cancelar 10 UF (cerca de 180 mil pesos) para ser propietarios.
Las casas son de dos pisos, pareadas, con una superficie construida de 50 metros cuadrados, de los cuales 30 m2 son en albañilería reforzada. En el primer piso tienen un estar-comedor, cocina con calefón,un baño completo, un dormitorio y escalera que comunica con un segundo piso. Este último, de 20 m2, está construido en tabiquería de madera y los dos dormitorios deben ser terminados por los beneficiarios.

* Miércoles 22 de febrero de 2006.

martes, febrero 21, 2006

Las diez obras que Lagos no entregará



Tareas pendientes en la Región del Biobío



Detrás de la gran cantidad de proyectos de obras públicas que se inauguraron en los últimos meses quedó una importante cartera pendiente. Se trata de iniciativas que están en carpeta desde la década pasada como la conexión San Vicente-Talcahuano, rotonda Bonilla, el traslado del peaje Chaimávida, bypass Penco, avenida Jorge Alessandri, cárcel El Manzano II, embalse Punilla, Ruta 160, última etapa de canal El Morro y el Tercer Puente sobre el río Biobío.


Por Nello Rolleri Veloso
Ilustración: Sebastián Burgos V.

El Presidente Ricardo Lagos dejará al menos diez grandes proyectos de obras públicas pendientes en la Región del Biobío. Se trata de iniciativas que conoce bien, porque estaban desde su época como ministro de esa cartera, pero que por diferentes razones han quedado postergadas, retrasadas y en espera de adjudicación, incorporadas a otras iniciativas por concesión, o incluso -después de haber comenzado a ejecutarse- entrampadas en litigios con las empresas contratistas.
El sector privado de la construcción reconoce que el avance en materia de infraestructura en los gobiernos de la Concertación ha sido profundo y destaca el enorme salto que significó el mecanismo de concesiones para la modernización del país.
Los proyectos materializados en el período 2000-2006 en la Región del Biobío son cuantiosos y se valora especialmente la mejora del acceso a los puertos y la pavimentación de las cabeceras comunales faltantes como San Fabián de Alico, Portezuelo y Ñipas, con la sola excepción de San Rosendo.
Sin embargo, existe preocupación ante la limitada cartera de proyectos con que se inicia este año, lo que tiene efectos negativos para las empresas contratistas locales y también para el empleo. Por eso, las expectativas para marzo son muchas, porque se espera que la Presidenta Michelle Bachelet y su futuro ministro de Obras Públicas, Eduardo Bitrán Colodro, definan las incertidumbres de los proyectos a los que Ricardo Lagos no dará el corte de cinta.

Los avanzados

El bypass Penco, el canal El Morro de Talcahuano y la Ruta 160 son ejemplos de proyectos que están avanzados, listos para concretarse. El primero es la obra de vialidad más esperada de la comuna de Penco, que consiste en un desvío de tres kilómetros de la actual Ruta 150 Concepción-Tomé y que permitiría sacar el tránsito de camiones hacia el Puerto de Lirquén del centro de la ciudad. La inversión requerida bordea los 20 millones de dólares.
Fue el acuerdo con esta última empresa privada uno de los factores que más demoró para materializar esta obra. Ahora, luego de un financiamiento conjunto entre el puerto, el MOP, el Gobierno Regional y el municipio, las obras están próximas a iniciarse. Sólo falta finiquitar las expropiaciones y esperar que Contraloría tome razón del respectivo contrato, según lo explicó el seremi del ramo, José Luis Larroucau.
El caso del canal El Morro de Talcahuano constituye uno de los mayores orgullos del gobierno, por el significativo efecto que tuvo en la descontaminación del sector. La inversión realizada supera los 5 millones de dólares. Sin embargo, la obra está incompleta, porque falta la tercera fase y final, consistente en los enrocados del costado norte del canal, para lo cual se requieren otros 3 millones de dólares. Concluir estos trabajos implica una modificación del diseño de ingeniería original, ante la aparición de la Ruta Interportuaria Penco-Talcahuano.
La concesión de la Ruta 160, Concepción-Curanilahue, también es un proyecto que debería ser definido este semestre, luego de varios años de estudios.
Se trata de una doble calzada y terceras pistas que la Provincia de Arauco requiere para avanzar en su desarrollo y cuya rentabilidad se justifica por el tránsito forestal. Aquí se pide “a gritos” un bypass a Lota y un gran paso a desnivel en Carampangue.
La ubicación del futuro peaje ya está definida hace años en el MOP: el sector Chivilingo, algunos kilómetros al sur de Lota. La inversión a realizar mediante la concesión a privados superaría los 100 millones de dólares.

Quieren dinero

La conexión San Vicente-Talcahuano, el mejoramiento de la rotonda Bonilla de Concepción y el traslado del peaje de Chaimávida son antiguos proyectos de vialidad penquista que no logran materializarse.
La razón: la falta de recursos. Los tres tienen sus diseños de ingeniería terminados desde hace varios años y responden a viejas demandas de la comunidad.
El primero permitirá la conexión directa de la concesionada Ruta Interportuaria con los terminales de San Vicente y Talcahuano, disminuyendo los riesgos en el tránsito urbano, con un gran paso sobrenivel en la avenida Colón y la vía férrea. La inversión estimada supera los 10 millones de dólares.
En el caso del traslado del peaje de Chaimávida, - que permitiría la expansión urbana de Concepción y liberaría a la comuna de Florida del peaje con su capital provincial-, la promesa de levantarlo pasa ahora por un nuevo proyecto. Este consiste en la concesión de la ruta Concepción-Cabrero, en que la empresa de capitales españoles Sacyr ha manifestado interés en adjudicársela. Se trata de una doble calzada de 78,8 kilómetros, que requiere una inversión de 130 millones de dólares.
La rotonda Bonilla -actualmente el punto de mayor congestión urbana de Concepción- también está a la espera de una definición de esta futura concesión.
El proyecto Concepción-Cabrero debería significar, además, un mejoramiento del deteriorado camino a Bulnes.

Faltan acuerdos

Terminar la cárcel El Manzano II, el mejoramiento de la avenida Jorge Alessandri y el embalse Punilla son proyectos que están detenidos porque faltan algunos acuerdos básicos con el sector privado.
El primero es el más dramático.
Mientras la situación de hacinamiento en el penal empeora, no hay señales que el desacuerdo entre el MOP y el consorcio BAS (formado por las empresas Besalco, Torno y Sodexho) vaya a ser superado en breve. Este mes se cumplirá un año de la paralización de obras valoradas en 25 millones de dólares. Una serie de mecanismos de superación de controversias previstos en la ley de concesiones han sido activados; sin embargo, el tema debe resolverse en Santiago.
Menos complejo, pero igualmente difícil, ha sido llevar a puerto el mejoramiento de la avenida Jorge Alessandri, con doble calzada hasta el aeropuerto Carriel Sur, con una inversión estimada superior a los 10 millones de dólares. Los acuerdos que están pendientes por años incluyen a los nuevos desarrollos inmobiliarios del sector, pero especialmente al área comercial instalada en el trébol.
Aquí se han desarrollado varios anteproyectos y diseños de ingeniería, algunos con complicados pasos superiores, pero sin que se todavía el sector público y privado se pongan de acuerdo sobre cómo financiarlo conjuntamente.
En el embalse Punilla, en la precordillera de Ñuble, la situación debería quedar despejada a fines de año, una vez que se presenten los estudios de impacto ambiental complementarios que exigió la Conama, para resolver los temas de relocalización de familias que exige el proyecto. Esta iniciativa consiste en un embalse destinado al riego de 20 mil hectáreas, pero que incluye en forma complementaria un proyecto de generación hidroeléctrica de tamaño mediano (90 MW), lo que mejora la rentabilidad de la inversión, que se estima en 190 millones de dólares.

En los sueños

Finalmente, un proyecto que aparece dibujado hace 40 años en los planos de Concepción, pero que todavía no tiene visos de transformarse en realidad, es el tercer puente sobre el río Biobío, también conocido como el “puente industrial”. Se trata de un viaducto emplazado más cerca de la desembocadura que el actual Puente Juan Pablo II, para conectar en forma directa a la Ruta 160 desde Coronel con el área portuaria e industrial de Talcahuano, en el eje Gran Bretaña.
Esta iniciativa contribuiría a mejorar la seguridad vial de zonas urbanas de San Pedro de la Paz, además de favorecer el desarrollo industrial de Talcahuano. En este caso no existen todavía estudios de ingeniería preliminares, pero se estima que la inversión requerida llegaría a los 100 millones de dólares.
Con estos diez proyectos no se terminan las necesidades pendientes de la región. Entre las metas que se impuso el propio gobierno para el Bicentenario está la Ruta Costera, que requiere de siete millones de dólares para consolidar una vía en entre Cobquecura y Pichilemu por el norte para unir las Octava y Novena regiones; y una cifra similar para otro tramo que uniría Tirúa y Queule, por el sur.
En los próximos años, además, se deberá mejorar en forma integral la Ruta del Conquistador entre Tomé y Coelemu, para lo cual se requieren cerca de 21 millones de dólares.
También está pendiente una solución para la ruta 150, con ideas como un bypass a Lirquén.
Los grandes progresos alcanzados en la última década no deberían hacer olvidar las enormes deficiencias históricas en infraestructura.
Basta considerar que de la red caminera regional, de 13 mil kilómetros, sólo el 15% tiene pavimento. El 57% son vías de ripio, mientras el 28% restante son caminos de tierra. Un contraste que para algunas familias puede significar la diferencia entre poder enviar a sus hijos a la escuela en inverno o llegar al hospital a tiempo en una emergencia.

Biovías II: La promesa de Bachelet


En los últimos dos años del gobierno de Ricardo Lagos se ejecutó una de las mayores transformaciones en materia de transporte del Gran Concepción, que fue el proyecto Biovías, con una inversión de 130 millones de dólares.
La iniciativa busca integrar los sistemas de transporte público urbano del bus y ferrocarril, además de ofrecer más facilidades para automovilistas, ciclistas y peatones.
Aunque todas las obras ya están terminadas, para su operación faltan piezas importantes, como los buses de acercamiento y la integración tarifaria. Los alcaldes y la comunidad también han demandando la extensión de Biovías hacia cuatro comunas faltantes del Gran Concepción: Penco, Tomé, Coronel y Lota, donde no se realizó ninguna obra.
Michelle Bachelet se refirió a este tema en su campaña y aseguró la continuidad de Biovías en su programa. Está por verse cómo asignará a la Empresa de Ferrocarriles del Estado esta nueva responsabilidad.

*Domingo 19 de febrero de 2006. Tendencias. Diario El Sur.