domingo, junio 25, 2006

“Soy innatamente díscolo”

Senador Alejandro Navarro

Cuando la polémica por su viaje a Bolivia junto con otros parlamentarios comienza a calmarse, el senador Alejandro Navarro Brain (PS) se definió, en entrevista con EL SUR, como “innatamente díscolo” y asegura que seguirá siéndolo.
Navarro fue uno de los oradores en el llamado “Cónclave de la Concertación” que encabezó ayer la Presidenta Michelle Bachelet. Coincidió con la Mandataria en el “valor de la diversidad” de ese conglomerado de gobierno y asegura que ser un senador díscolo no se contradice con la lealtad que tiene con la mandataria y su gobierno.
Sin embargo, rechazó las críticas del canciller Alejandro Foxley y las contrastó con la valoración positiva que hizo el canciller boliviano, David Choquehuanca, de esa visita.
Afirmó que en el Ministerio de Relaciones Exteriores “se han acostumbrado a hablar sólo inglés y deberían comenzar a practicar más el español e incluso aprender un poco de aimara y quechua”. Página 4.

Alejandro Navarro Brain: “Seguiré siendo un senador díscolo”

* Parlamentario dijo que en la Concertación “debe haber respeto por los roles que cada uno le corresponde asumir”.
* Las conversaciones con sus pares bolivianos se repetirán en Iquique, en una cita que se acordará en los próximos 60 días.

Por Nello Rolleri Veloso.

“Desobediente, que no se comporta con docilidad”. Esa es la definición de “díscolo” que da la Real Academia de la Lengua Española y el senador (PS) Alejandro Navarro Brain dice sentirse cómodo con ese adjetivo que le asignó la prensa, al consignar que “parlamentarios díscolos” viajaron a Bolivia y hablaron sobre acceso al mar con sus pares bolivianos.
Navarro fue uno de los oradores del “Cónclave de la Concertación” que encabezó ayer la Presidenta Michelle Bachelet, en la que reconoció “yo fui uno de los que viajó a Bolivia, pero yo estoy con usted”.
La reunión, a su juicio, fue “extraordinariamente franca, ordenadora, aunadora de voluntades y muy motivadora”, cuyas intervenciones se caracterizaron por su franqueza.
Indicó que se discutió la agenda legislativa y el respeto que debe existir entre los roles que a cada actor de la Concertación le corresponde asumir.
Sin embargo, planteó que la nueva mayoría que tiene la Concertación en el Congreso “obliga a un diálogo al interior” del conglomerado de gobierno.
También manifestó la importancia de anticipar las crisis, para lo cual los parlamentarios tienen un rol principal, por su cercanía con los conflictos sociales y “haciendo oír la voz de la gente ante lo ministros”.

Díscolo innato

En su caso, declaró sentirse “innatamente díscolo”, lo que a su juicio no se contradice con una lealtad a la P r e s i d e n t a Bachelet y a su programa de gobierno. Por esta razón, destacó el llamado de la Mandataria a rescatar el “valor de la diversidad” al interior de la Concertación.
Respecto a la polémica por su viaje junto a otros parlamentarios a Bolivia, en que se reunieron con congresistas y ministros de Estado bolivianos, Nava-rro rechazó los cuestionamientos, porque a su juicio nunca plantearon hablar a nombre del gobierno, ni del Congreso, sino que lo hicieron como “ciudadanos” que tienen pleno derecho a viajar y a conversar de cualquier tema con sus vecinos.

Bolivianos

“No comparto el análisis oficial de los resultados de la visita a Bolivia”, dijo Navarro. Reclamó que mientras el canciller Alejandro Foxley acusaba que este encuentro puede “dañar” las relaciones entre ambos países, el canciller boliviano David Choquehuanca, por el contrario, destacó el encuentro como tremendamente positivo y dijo que ojalá se repita. Lamentó las interpretaciones “histéricas” del viaje y señaló que nunca plantearon que hablarían a nombre del gobierno chileno o del Congreso.
“Lo único que hicimos fue confraternizar, en un diálogo sin agenda y sin imposiciones”. El senador Navarro indicó que los medios de comunicación bolivianos así lo entendieron y lo calificaron de “una visita de amistad”.

Cita en Iquique

Los parlamentarios bolivianos viajarán a Iquique dentro de los próximos 60 días, indicó Navarro, por lo que mantendrán esas conversaciones. Indicó que lamentaba que en democracia se cuestione que se produzca un diálogo entre parlamentarios de ambos países. A su juicio, indicó, este episodio ha resucitado unos “nacionalismos trasnochados” que no aceptan la sola idea de sentarse a conversar con los bolivianos. Este diálogo, opinó, debería ser imitado por la Cancillería chilena, que “se ha acostumbrado a hablar sólo en inglés”, siendo necesario que hable más en español con nuestros vecinos de Latinoamérica e incluso que aprendieran “quechua y aimara”.

*Diario El Sur. Sábado 17 de junio de 2006.

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