domingo, junio 25, 2006

Chiguayante quiere su Costanera


Entrevista a Tomás Solís


* Caos vial del martes pasado dejó en evidencia necesidad de prolongar la Costanera desde Lonco hasta la calle Cochrane, afirma alcalde.

¿Qué hubiese pasado si, en vez de una casa incendiada por la caída de un letrero, hubiésemos tenido una emergencia mayor, como una intoxicación masiva de niños en un accidente?. ¿Cómo evacuamos a la población en caso de una catástrofe?, ¿cómo llegamos a los hospitales si el único camino está cortado?.
Las preguntas las plantea el alcalde de Chiguayante, Tomás Solís Nova, después de que el pasado martes, en una tarde de temporal, el viento derribara un enorme letrero publicitario, que cayó sobre una casa -incendiándola- y sobre la vía férrea.
El accidente mantuvo durante más de tres horas interrumpido el tránsito vial y ferroviario entre Concepción y Chiguayante.
Afortunadamente, en esta ocasión no se produjeron heridos, y el mayor costo fue la pérdida de tiempo de miles de personas que intentaban esa noche regresar a sus hogares.
Por esta razón el alcalde Solís señala que su comunidad, de más de cien mil personas, no puede depender de una sola vía, no sólo por razones de desarrollo urbano o económico, sino también de seguridad.
Para ello planteará al gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet que se reformule un proyecto elaborado a fines de la década del ‘90 por la coordinación general de concesiones del Ministerio de Obras Públicas, que significaba un “megaproyecto”, de construcción de una avenida Costanera de 15 kilómetros entre Puente Viejo y el sector Leonera de Chiguayante, cuya enorme inversión de US$ 155 millones se pagaría mediante la recuperación de unas 300 hectáreas de terrenos frente a Lonco.
El fracaso de esa iniciativa, por la falta de interés de los privados, no se debió según el alcalde a la enorme inversión proyectada, sino al mal momento económico que se escogió para presentarla, a fines del gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, además de no considerar la posibilidad de ejecutarla por etapas, con paños de terrenos más pequeños, acordes a la demanda inmobiliaria real del Gran Concepción.

Tramo Lonco-Cochrane

De los 15 kilómetros originales de la Costanera a Chiguayante, ya están construidos los primeros cuatro kilómetros, entre Puente Viejo y Lonco, en un proyecto que se inició a fines del año 2003, con una inversión de $5 mil millones, que fue puesto en servicio el año pasado.
Se trata de una vía simple, con dos pistas de circulación, que es utilizada en forma unidireccional en las horas punta. Su punto más débil es su conexión en Lonco -a la altura de calle Michimalonco- ya que obliga al cruce a nivel de la vía férrea.
Este punto está siendo estudiado por el Ministerio de Obras Públicas, según lo explicó el seremi Omar Hernández Alcayaga, para construir un paso desnivelado, que permita un empalme seguro con la avenida Pedro de Valdivia.
La propuesta del alcalde Solís es diseñar una prolongación de este eje desde Lonco hasta la calle Cochrane, en un tramo de 7 kilómetros, que permitiría a los vehículos llegar hasta el corazón de Chiguayante, a través del nuevo eje Manuel Rodríguez.
Para ello, señala el jefe comunal, es posible bajar sustantivamente los costos propuestos por el proyecto original, considerando que este tramo requiere rellenos sobre la ribera del río Biobío y además construir las defensas fluviales.

Corto plazo: obras en O’Higgins

En el corto plazo para Chiguayante se anuncian obras de mejoramiento de la avenida O’Higgins, que será sometida a una repavimentación en gran parte de su trazado, desde Schaub hasta el paso sobrenivel de la vía férrea. Este proyecto, asegura el alcalde, tiene fondos aprobados del Ministerio de Vivienda por cerca de $1.450 millones, y corresponde a la tercera etapa del proyecto del mejoramiento del eje O’Higgins-Manuel Rodríguez.
Estas obras deberían iniciarse en la próxima primavera, para estar en plena ejecución durante el verano 2006-2007.
También el municipio espera que se aprueben durante este año recursos para ejecutar los colectores de aguas lluvias del sector Estación-Los Boldos, y la población Papen Jackson. Afirma que los estudios se encuentran terminados y la inversión requerida es de $417 millones.
En materia de desarrollo inmobiliario, el alcalde explicó que acaba de ser modificado el Plano Regulador para permitir la urbanización de seis hectáreas de terrenos en el sector de calle Esperanza en Manquimávida. Explicó que este predio correspondía a áreas deportivas del Colegio Inglés Saint John’s, que finalmente vendió para trasladarse a San Pedro de la Paz.
Finalmente, recordó que el próximo 26 de junio Chiguayante celebrará su 10º aniversario como comuna, en unos festejos que se espera que no sean amenazados por los temporales, como ocurrió el año pasado.

Recuperar terrenos

La Costanera entre Lonco y Cochrane significaría abrir la posibilidad de recuperar una enorme área para desarrollo inmobiliario, en una ciudad que se caracteriza por su escasez de suelo. Sin embargo, Solís señala que la decisión política que se debe tomar aquí debe considerar una participación mixta, de inversión estatal y privada, y que se ejecute por etapas.
Indica que no es realista ofrecer 300 hectáreas para rellenos al mercado, en cambio, sí es posible pensar en que existirán interesados en rellenar paños más pequeños, de 5, 10 ó 20 hectáreas, que estarán muy bien ubicados, frente a Lonco, donde se podrá urbanizar y al mismo tiempo ofrecer una nueva alternativa vial para Chiguayante.
Un beneficio adicional de este proyecto, indica, es que dará solución a los problemas de aguas lluvias que actualmente tienen poblaciones como Los Boldos, Villa Ribera y Las Violetas.
El alcalde insiste en que se trata de una opción factible, en que están los estudios de prefactibilidad ya realizados por el MOP, donde sólo es necesario reformular la forma en que serán ejecutados.
Otras opciones de conexión vial para Chiguayante, aunque factibles, son menos atractivas, explica Solís, como por ejemplo, habilitar el antiguo “camino del Indio”, que permitiría unir a esta comuna con Concepción a través del sector de Nonguén, pero que implicaría un trazado más largo, con pendientes y curvas pronunciadas y también con un alto costo.

*Diario El Sur. Domingo 11 de junio de 2006.

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