Nicolás Imschenetzky, representante de Marina del Sol
* Gestor de proyecto "Marina del Sol", que ganó la concesión para operar un casino en el Gran Concepción, defiende transparencia y rectitud con que han actuado.
* Acuerdo con UBB -pese a que no tenía valor- fue incorporado por la empresa en la carpeta entregada a la Superintendencia, por una exigencia legal, asegura.
Por Nello Rolleri V.
La plata del casino ha dejado ciegos a algunos. Así lo plantea Nicolás Imschenetzky Ebensperguer, vicepresidente de Empresas Valmar y representante de Marina del Sol, quien esta semana -mientras sostenía reuniones de negocios en Buenos Aires- fue sorprendido por la denuncia que realizó el gerente de Lotería de la Universidad de Concepción (UdeC) en contra de la Universidad del Bío Bío (UBB), a la que acusó de tener un "grave y concreto conflicto de intereses".
Para Imschenetzky "la U. de Concepción tiene que reflexionar lo que está haciendo, porque está peleando por un negocio y por plata. Y en esa pelea, la institución, que es la cuna del saber regional, está pasando a llevar a instituciones y otras universidades importantes y a un grupo de docentes reconocidos. Y todo ¿por qué?, ¿por un negocio?".
El recurso administrativo de Lotería ante la Superintendencia de Casinos de Juego (SCJ) y ante la Contraloría General de la República se basa en que la Facultad de Arquitectura de la UBB asesoró a la SCJ en la evaluación de los proyectos que competían en la Región del Biobío, pese a que a mediados del año pasado el rector del plantel cuestionado firmó un acuerdo de intenciones, para evaluar una donación con fines culturales, por parte de Marina del Sol.
Imschenetzky indica que resulta insólito que el gerente de Lotería presente esto como un descubrimiento propio, cuando el documento fue adjuntado por la empresa a su cargo, en el expediente entregado a la Superintendencia y quedó a disposición de todos los interesados para su revisión.
Marina del Sol, explica, adjuntó un total de doce acuerdos similares, firmados con otras universidades e institutos. Este acuerdo, pese a que no tenía validez legal, se remitió para dar cumplimiento a la ley y al reglamento que los obliga a revelar todas sus relaciones y compromisos, afirma.
"No hay nada irregular"
Nicolás Imschenetzky recalca que, a su juicio, en las actuaciones de Marina del Sol no se ha cometido nada irregular o ilícito.
Relata que el acuerdo firmado en julio de 2005 entre el rector Hilario Hernández y el gerente general de Marina del Sol, Fernando Moraga Bravo, no se alcanzó a concretar. Meses después, en el verano de 2006, aparece para la UBB la posibilidad de participar en una licitación pública que convocaba la Superintendencia, para asesorar en materia de arquitectura la evaluación de los proyectos de casinos.
"Ellos (la UBB) nos llaman y nos piden la posibilidad de dejar sin efecto el acuerdo que teníamos. Nosotros les dijimos OK y les preguntamos cómo hacemos eso. Nos responden que no hay que hacer nada, porque esto es sólo un acuerdo y nunca se tramitó, por lo tanto, basta con no formalizarlo. Para nosotros ahí se acaba el tema", señala.
La denuncia de "falta de imparcialidad", dice, afecta a la Facultad de Arquitectura de la UBB, que fuera de Santiago es la que tiene mayor número de doctorados, incluyendo uno que es premio nacional de arquitectura."Para nosotros todo este tema de que se ponga en duda el prestigio, la ética y la honorabilidad de la UBB, del rector y de los docentes que participan en la evaluación, nos causa dolor", afirma.
Por el contrario, señala estar completamente tranquilo respecto del resultado de la denuncia, ya que no tiene duda de la validez de la licencia que se adjudicaron, ni de ningún aspecto legal o técnico del proceso.
Por último, agrega, basta revisar los puntajes otorgados por la Superintendencia -basados en la asesoría de la UBB- para constatar que en esos ítem el mejor evaluado es el proyecto de Enjoy-Lotería y no Marina del Sol.
Expresa que, en todo caso, si la UBB les hubiese otorgado cero puntos, de todas formas su proyecto para Talcahuano habría sacado el mejor puntaje entre los cinco que competían en el Gran Concepción.
Los Imschenetzky
Ser penquista y no conocer algo de la familia Imschenetzky parece imposible hoy. El difícil apellido de pronunciar llegó a Chile en 1948 desde Rusia, cuando después de la Segunda Guerra Mundial arriba Wladimir Imschenetzky Gan, nacido en San Petersburgo, junto con su esposa Caterina Popov Pichousky, originaria de Ucrania. Ya establecido en Concepción, se dedicó a realizar montajes industriales.
Su hijo Nicolás Imschenetzky Popov es el responsable del despegue de Empresas Valmar, una inmobiliaria que creó el patriarca en 1969 y que actualmente posee entre el 30% y 40% del mercado inmobiliario de la Región del Biobío. Es decir, de cada diez casas que se venden en la zona, cuatro son de Valmar.
Su primer barrio exitoso fue Lomas de San Andrés (180 hectáreas), luego vinieron el Parque Comercial San Andrés (44 hectáreas), Parque Residencial Las Salinas (70 hectáreas), Valle del Andalién (58 hectáreas) y Brisas del Sol (165 hectáreas). En este último, se emplazará el casino Marina del Sol.
Nicolás Imschenetzky Ebensperguer, 30 años, nieto del fundador, tiene la tarea de desarrollar barrios integrales, entre los cuales el proyecto de casino es uno de los protagonistas. La inversión comprometida para este último es de $48 mil 348 millones, la mayor en la historia del Gran Concepción en el área de la entretención y el juego. Deberá estar funcionando en julio de 2008.
"No hay nada irregular"
Nicolás Imschenetzky recalca que, a su juicio, en las actuaciones de Marina del Sol no se ha cometido nada irregular o ilícito.
Relata que el acuerdo firmado en julio de 2005 entre el rector Hilario Hernández y el gerente general de Marina del Sol, Fernando Moraga Bravo, no se alcanzó a concretar. Meses después, en el verano de 2006, aparece para la UBB la posibilidad de participar en una licitación pública que convocaba la Superintendencia, para asesorar en materia de arquitectura la evaluación de los proyectos de casinos.
"Ellos (la UBB) nos llaman y nos piden la posibilidad de dejar sin efecto el acuerdo que teníamos. Nosotros les dijimos OK y les preguntamos cómo hacemos eso. Nos responden que no hay que hacer nada, porque esto es sólo un acuerdo y nunca se tramitó, por lo tanto, basta con no formalizarlo. Para nosotros ahí se acaba el tema", señala.
La denuncia de "falta de imparcialidad", dice, afecta a la Facultad de Arquitectura de la UBB, que fuera de Santiago es la que tiene mayor número de doctorados, incluyendo uno que es premio nacional de arquitectura."Para nosotros todo este tema de que se ponga en duda el prestigio, la ética y la honorabilidad de la UBB, del rector y de los docentes que participan en la evaluación, nos causa dolor", afirma.
Por el contrario, señala estar completamente tranquilo respecto del resultado de la denuncia, ya que no tiene duda de la validez de la licencia que se adjudicaron, ni de ningún aspecto legal o técnico del proceso.
Por último, agrega, basta revisar los puntajes otorgados por la Superintendencia -basados en la asesoría de la UBB- para constatar que en esos ítem el mejor evaluado es el proyecto de Enjoy-Lotería y no Marina del Sol.
Expresa que, en todo caso, si la UBB les hubiese otorgado cero puntos, de todas formas su proyecto para Talcahuano habría sacado el mejor puntaje entre los cinco que competían en el Gran Concepción.
Donaciones
Para Imschenetzky es claro que el acuerdo de Marina del Sol y la UBB nunca se concretó. Sin embargo, preguntó, "¿hay dudas de que si nosotros realizamos un aporte a la universidad, sólo con fines culturales, estamos creando un conflicto de intereses?".
Agregó: "Imaginemos que se hubiese perfeccionado el convenio y que en definitiva hubiésemos hecho algún aporte a la UBB para montar una obra de teatro, o una obra de títeres, ¿se pone en duda la probidad de la universidad?", se preguntó.
El ejecutivo de Marina del Sol reiteró que la denuncia de Lotería no tiene fundamento y manifestó su confianza en que será desestimada.
*Diario EL SUR, domingo 6 de agosto de 2006.
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