lunes, octubre 09, 2006

Ex colonos no quieren que Schaefer sea enterrado allá


Tras la muerte de ex líder

En forma mayoritaria los 170 habitantes que hoy tiene Villa Baviera rechazaron la posibilidad de recibir de vuelta a Schaefer, aunque sea muerto.

Por Nello Rolleri Veloso.

¿Qué pasaría si mañana Paul Schaefer es liberado por la Justicia y se presenta ante las puertas de la Villa Baviera?.
La pregunta la formuló ante la asamblea de esta comunidad uno de sus integrantes. El acuerdo fue que las puertas estarán cerradas para él, incluso después de muerto. No aceptarán que sus restos mortales descansen en el cementerio de la ex Colonia Dignidad.
El episodio -revelado por Dennys Alvear Henríquez, un chileno adoptado en Villa Baviera- muestra el enorme cambio que ha dado esta enigmática comunidad de alemanes, que a principios de la década de 1960 llegó hasta la precordillera de Parral, siguiendo a un pastor protestante, que les prometía una vida mejor, lejos de los horrores de la Segunda Guerra Mundial. Ninguno pudo adivinar que ellos y sus hijos gastarían su vida entre horrores nuevos.
Los peores crímenes de los que se puede acusar a una persona: homicidios, secuestros, torturas, abusos sexuales de menores pesan sobre Paul Schaefer Schneider, quien está preso en una cárcel de Alta Seguridad en Santiago, desde que en marzo del año pasado fue capturado en Argentina, donde permaneció escondido casi una década. Ya fue condenado a 20 años de prisión y recientemente recibió otra condena a 7 años por mantener un arsenal de guerra, con fines todavía desconocidos.
Junto con él están presos otros tres colaboradores: Harmut Hopp, Gerhard Mücke y Karl van der Berg. Sin embargo, otras 18 personas están siendo procesadas en los diversos juicios que sustancia el ministro de fuero Jorge Zepeda, y otros nueve ex colonos, que escaparon a Alemania, están siendo requeridos mediante órdenes de extradición.
Este panorama contrasta con el bucólico paisaje de las 16 mil hectáreas que tiene Villa Baviera, ubicada a 40 kilómetros al oriente de Parral. Diario EL SUR pudo ayer recorrerla, conversar libremente con los ex colonos y entrevistar a Herman Schwember, ratificado por la Presidenta Bachelet como "delegado del gobierno".

Herman Schwember, delegado del gobierno

"Comunidad ha vivido los extremos del bien y del mal"

Herman Schwember Fernández, de 69 años, es el ingeniero nombrado a fines del año pasado y ratificado por la Presidenta Bachelet para el cargo sui géneris de "Delegado del gobierno para Villa Baviera".
Como delegado de la Gobernación de Linares, explica, su función es "asegurar la vigencia de la ley chilena en la villa, la presencia de los organismos y servicios públicos, tanto los de fiscalización como los de apoyo, y ayudar en el proceso de integración de la comunidad y de hacer todo lo posible para evitar cualquier desastre".
Schwember reconoce que apenas producida la detención de Schaefer en el gobierno de Lagos se temió un suicidio masivo en el interior de la ex Colonia Dignidad, como ha sucedido en otras partes del mundo con sectas de carácter carismático. La posibilidad, indica, "era remota, pero podía suceder".
"Creo que la autoridad en el período de Lagos tenía que ponerse en el peor escenario después de la detención de Schaefer. Cuando yo llegué nunca tuve la sensación de un peligro inminente, pero eso no significa que uno tenga mucha claridad de lo que siente cada persona.
Hoy creo que no va a pasar nada terrible, pero no puedo asegurarlo".
Este ingeniero -nieto de alemán y que domina bien ese idioma- explica que no estaba todavía en Villa Baviera en marzo de 2005, "pero me imagino que la reacción fue negativa.
Porque la comunidad ha ido aprendiendo de a poco, ha tomado conciencia de a poco, de lo que significó vivir bajo el poder de ese bandido".
Para Schwember la integración de Villa Baviera pasa "por la verdad y la justicia" y valora el esfuerzo que está haciendo el ministro de fuero, Jorge Zepeda, en esclarecer lo que ocurrió con los casos de detenidos desaparecidos que la Dina llevó hasta la Colonia Dignidad en el año 1974 y siguientes.
-¿Qué espera que pase con Villa Baviera en el futuro?
-Yo esperaría que los chilenos tuvieran conciencia que esto fue parte de nuestra historia, y que ojalá se hicieran las reparaciones a todas las víctimas -internas y externas- de la Villa Baviera.
-¿Cómo ha sido esta experiencia?
-Ha sido muy interesante, porque creo que todavía no he llegado a comprender a fondo el proceso vivido por esa comunidad, pero sí he llegado a conocer los aspectos que no son los que normalmente reportan las investigaciones. Se trató de una experiencia dolorosa y delictiva.
Tiene ángulos que no siempre son bien conocidos o puestos en perspectiva y esta es una comunidad que ha vivido en forma simultánea dos extremos: los del bien y del mal. Es una comunidad muy herida y creo que está en un proceso de recuperación, en parte porque la labor del sistema judicial ha logrado identificar a las personas con mayor responsabilidad y procesarlas y, también, una parte importante de la comunidad ha salido de ella, ha vuelto a Alemania.
Los que quedan están en una situación difícil, pero también creo que están en un proceso de rectificación importante.
-¿Por qué estas personas, que viven hace 40 años en Chile, no se sienten chilenas?
-A ver, eso es fácil de entender. Esta comunidad tiene una fe y una convicción religiosa que es un poco excluyente.
Algunas religiones, cuando tienen el carácter de secta, son excluyentes,¡y ésta fue muy excluyente! hasta cuando comenzó el proceso de apertura. Eso incidió en que sólo pudieron mirarse hacia adentro; hacia afuera lo hacían con mucho rechazo.

Monjas católicas expulsadas

Religión que practican no tiene pastores ni liturgia

El delegado del gobierno, al ser consultado por la religión que todavía practican en Villa Baviera, dijo que los colonos mantienen un culto religioso más permeable que antes, pero todavía en una línea bautistacalvinista muy estricta, lo que hace difícil una comunicación y un diálogo religioso.
Ellos tienen una tradición en que la figura del pastor es muy poco importante. Es una religión casi sin liturgia, muy centrada en la relación del individuo con Dios, precisó.
-¿No tienen entonces pastor, ni capilla?
-No. Ellos reciben regularmente un pastor luterano de Santiago y un pastor bautista desde Europa, y ellos mantienen un diálogo con esos pastores. Pero no hay un templo, no hay oficios religioso.
Hay una capilla católica, que es un remanente que dejaron unas monjas católicas que estaban allí, pero que hace un tiempo fueron expulsadas por los mismos alemanes.
En Alemania hay una línea bautista llamada de la "Iglesia libre".
No hay eucaristía y casi no hay sacramentos, a excepción del bautismo, que se hace sólo a los adultos y por inmersión.
-¿Es efectivo que Alemania financia alguna ayuda?
-Si, financia sicoterapia, hay un siquiatra y dos sicólogas que vienen regularmente a la villa.
Aquí habían perversiones siquiátricas, pero hoy no hay ningún programa de medicamentos independiente de los que prescribe este siquiatra chilenoalemán, pero titulado en Chile.

En el frontis de acceso

Familiares de víctimas realizaron manifestación

Una treintena de familiares de personas que se presume fueron torturadas, asesinadas y hechos desaparecer en el interior de la ex Colonia Dignidad, llegaron ayer hasta el frontis del acceso principal, a las 13 horas, donde realizaron una manifestación pacífica.
Mirna Troncoso Muñoz, dirigenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Parral dijo que hasta ahora la justicia ha comprobado que al menos en tres casos los detenidos fueron trasladados hasta ese lugar por la Dina, desde donde se les pierde el rastro. Se trata de Pedro Merino Molina, Arnoldo Laurié Luengo y Hernán Sarmiento Zapata.
Los ex colonos han revelado a la justicia que los restos de estos ex presos políticos fueron desenterrados en el año 1978, quemados con fósforo químico, y sus cenizas lanzadas al río Perquilauquén.
Los familiares, que llegaron en un bus proveniente de Parral, Linares y Talca, exigieron que Paul Schaefer y sus colaboradores revelen qué hicieron con los cuerpos.
Respecto al proyecto de acuerdo del Senado para levantar un memorial a los detenidos desaparecidos en Villa Baviera, los familiares exigieron que sea construido en un lugar de público acceso, a donde no necesiten de permisos para ingresar.
Acusaron a los ex colonos de hoy de "hacerse las víctimas", cuando en la década pasada los humillaban, les tiraban piedras y los amedrentaban con vehículos, cuando llegaban hasta las puertas de la ex Colonia Dignidad a exigir conocer la verdad.
En la oportunidad se reunieron brevemente con Herman Schwember, quien les propuso ingresar al predio, pero no accedieron.

Colonos relatan sus experiencias

Villa Baviera, ¿temor o libertad?

* Los jóvenes que nacieron en la ex Colonia Dignidad están buscando hoy un destino. Varios cursan estudios superiores y han formado sus familias.

Sólo su acento revela que no es un chileno más. Pero por su apariencia y forma de actuar Hans Schreiber Nill (34) pasa desapercibido en el campus de la U. Católica de la Santísima Concepción, así como también lo hizo durante los últimos años su esposa, que estudió enfermería en la U. San Sebastián.
Ambos nacieron en el hospital de la ex Colonia Dignidad, en la época en que Paul Schaefer tuvo mayor poder, a inicios del régimen militar.
Junto a un grupo de jóvenes de la Villa Baviera, Hans vive en un hogar universitario ubicado en las Lomas de San Andrés.
Confiado, no tiene problemas para conversar con Diario EL SUR, aunque más tarde recibió algunas recriminaciones de sus compañeros.
Nos advierte que, al igual que la mayoría de los habitantes de Villa Baviera, siente que los periodistas, los medios de comunicación y la opinión pública, se ha concentrado en ver sólo lo negativo de su comunidad, en los crímenes atroces de Paul Schaefer, en su espectacular captura en Argentina, en las denuncias por violaciones a los derechos humanos, el hallazgo de armamento y un largo etcétera.
Al caminar hoy por Villa Baviera -donde cualquier persona puede solicitar ingreso y arrendar la casa de huéspedes (Freihaus) para realizar un evento- cuesta comprender cómo aquí ocurrieron tantos abusos.
Para Hans Schreiber, eso es cosa del pasado. Un pasado que le gustaría borrar: "En primer lugar quiero manifestar que no hablo en representación de nadie, lo que le converso lo digo en mi propio nombre.
Porque desde hace varios años en la Villa hay una libertad absoluta, cada cual hace lo que estima prudente. Es muy difícil, diría imposible, hablar representando a alguien, lo que, como le digo, no es mi intención".
Nos explica que va en quinto año de Derecho, que ha sido una carrera difícil, que incluso ha reprobado algunos ramos, pero que se ha aplicado en sus estudios para titularse de abogado en un par de años. Su vida cotidiana está en Concepción, pero los fines de semana va a la Villa a ver a su esposa y a su hijo, que apenas tiene tres semanas.

"Me valoran"

-¿Te has sentido discriminado en la universidad?
-Aquí nadie me ha molestado; debo decir que las personas que me rodean en estos 5 años en Concepción, tanto alumnos como profesores y amigos, me valoran y respetan como persona. Porque al poco andar se dan cuenta de cómo uno es, de las virtudes y buenos modales que se me han inculcado en la villa: puntualidad, honestidad, responsabilidad, valorar la palabra empeñada.
Nunca me han molestado.
-¿Donde estudiaste la enseñanza media?
-Vino un grupo de profesores de Chillán a la Villa y hubo un programa especial en virtud del cual pudimos convalidar los cuatro años de la Enseñanza Media en uno y medio a dos.
Las pruebas al final de cada ciclo las dimos en un Liceo en Chillán. Después, la PAA y a estudiar a la universidad.
Habrá unos 20 jóvenes estudiando en la universidad.
-¿Qué pasó con tus padres?
-En ese tiempo, desde 1992- 1998, cuando cientos de niños iban a la villa y los jóvenes estábamos encargados de enseñarles a cantar, a hacer tareas, caligrafía y un montón de cosas más. Allí se habló de supuestos abusos y de Paul Schaefer. Como en ese tiempo pensaba que todo eso era mentira, mi padre y otros familiares se fueron de la colonia, y así comenzó todo. Después él salió del país, fue procesado en ausencia. Ha salido en los diarios y se ha pedido últimamente su extradición.

Seguir en la villa o emigrar

Para ellos, nada está escrito sobre el futuro

Hans Schreiber se siente afortunado porque el año pasado viajó por primera vez en su vida a Alemania, la tierra donde nacieron sus padres, y la cuna de la cultura que recibió en Villa Baviera. "Mi experiencia fue muy buena. Ver las ciudades, los paisajes, las redes viales y ferroviarios fue impresionante, dice.
-¿Te sientes alemán o chileno?
-Yo me siento más chileno, tengo más lazos aquí, he vivido toda mi vida acá, pero no descarto que si las condiciones se dan, emigrar.
Mi convicción y mi compromiso es con la gente de la Villa, porque han trabajado desinteresadamente, gran parte de su vida sin sueldo alguno, dando todo a la causa, porque ellos vinieron desde Alemania a hacer el bien y a ayudar al prójimo.
Trabajaron día y noche y dieron su vida para la gente en riesgo social. Y esa gente me crió a mí, y tengo un deber moral con ellos.
-¿Qué harás en el futuro? -Nada está escrito para mí en ese tema. Si veo que la necesidad me induce a hacer otras cosas, lo haré, si me radico aquí en Concepción, o trabajar netamente para el fundo, o hacer un doctorado afuera, no lo sé. Pero eso dependerá de las circunstancias o la necesidad.
-¿Por qué no hay un nuevo líder en Villa Baviera?
-¿Quién se atrevería a tomar algún liderazgo si se habla de los jerarcas acá y de los jerarcas allá?. ¿Que pasaría si comete un error? La opinión pública lo condenaría.
Se me hace difícil imaginar siquiera una persona.
-¿Cómo se organiza jurídicamente Villa Baviera?
-Villa Baviera se compone de sociedades anónimas, las que en gran medida son los propietarios del patrimonio existente, de sociedades de responsabilidad limitada y también de una organización comunitaria de desarrollo social. Son 7 u 8 sociedades distintas, pero como un todo no tiene una sola entidad. Las personas de la villa de alguna manera tienen participación, les pertenece una parte, mayoritariamente en forma de acciones.
-¿Todavía se hace beneficencia?.
-Entiendo que hay una posta para la gente de la villa y del entorno. Ahora se está gestionando agregar un laboratorio y un sector de imagenología para mejorar la atención ya existente.

¿Se hará justicia?


Para Hans Schreiber es difícil hablar de Paul Schaefer y de los ex colonos que están presos, procesados por la justicia o con órdenes de extradición, porque precisamente su padre, Albert Schreiber, ex contador de la Colonia Dignidad, está siendo requerido por este tema.
¿Se hará justicia?. Schreiber hijo responde con una frase que le escuchó a un profesor en la escuela de Derecho: "¿Ustedes creen que los jueces, cuando fallan, no han leído los diarios?".
Por esta razón, insiste en que no quieren referirse más al pasado, un pasado que primero les costó creer que fuera cierto, en que además no han cumplido ningún papel, porque se trata de cosas que ocurrieron cuando sólo eran niños.

¿Desaparecerán?

Para el delegado del gobierno en Villa Baviera, Herman Schwember Fernández, la posibilidad que desaparezca este enclave es real. Ello no sólo por los juicios y las peticiones de reparación a víctimas, sino porque simplemente hay muy pocos niños y muchos ancianos.
En esta comunidad no existen niños mayores de 9 años, ni jóvenes menores de 26. Esto se debe a que en 1982 Paul Schaefer simplemente prohibió los nacimientos. "Si la comunidad logra que se aumente la tasa de natalidad, continuará", señala Schwember.
Añade que, sin perjuicio de todos los problemas, "lo mejor que les ha sucedido es que se libraron de Schaefer y no hay un sucesor. Ojalá que ellos comiencen a vivir como un grupo de familias que tienen relaciones con el resto de la comunidad y comiencen a casarse con chilenos y chilenas. Es lo mejor que les puede pasar".
Respecto a los numerosos "amigos" que tenía la Villa Baviera entre la colonia alemana chilena, especialmente en Concepción, y que hoy han desaparecido completamente, Schwember es crítico: "A mí me molesta un poquito ese hábito de una parte de la cultura alemana de no mirar lo desagradable".

Turismo


El turismo es una de las vetas que Villa Baviera quiere utilizar tanto para lograr nuevos ingresos,como para mejorar su relación con el resto de la comunidad.
Anna Schnellenkamp es la encargada de recibir las consultas y reservas para las personas interesadas en conocer el predio, ubicado a 40 kilómetros al oriente de Parral, incluso para realizar eventos, seminarios y celebraciones allí. Explican que tienen capacidad con salones hasta para 200 personas en la "Freihaus", con distintos menús de comida alemana y chilena, además de presentaciones musicales.
Sólo se requiere reservar con anticipación y los contactos están en la página web www.villabaviera.cl.


Pero tierras están embargadas

Tres "chilenos" están a cargo de negocios de la comunidad

* En Villa Baviera se cumple al pie de la letra con las leyes laborales, a diferencia de lo que sucedía hace unas décadas.

Una de las paradojas más notables de Villa Baviera es que tres chilenos, que fueron "adoptados" por los ex colonos cuando niños, actualmente están a cargo de algunos de los negocios y principales actividades económicas de la comunidad.
Se trata de Víctor Briones, Hernán Escobar y Dennys Alvear Henríquez. Este último está a cargo de Abratec S.A., una de las empresas de Villa Baviera. Otras empresas son Inmobiliaria e Inversiones Cerro Florido S.A., y Prodal Limitada.
Alvear explica que otros negocios consisten en extracción y comercialización de áridos, los casinos, restaurantes y locales de venta de alimentos que tienen en Santiago, Viña del Mar, Quillón y Chillán, un taller mecánico y una fábrica de ladrillos.
En la Villa Baviera, a diferencia de lo que ocurría hace algunas décadas, hoy se cumple rigurosamente con las leyes laborales, señala, por lo que todos tienen contratos de trabajo, con vacaciones y otros beneficios. Reconoce que para las personas de mayor edad es difícil convencerlos de que sólo deben cumplir las 46 horas semanales y que no deben trabajar más, porque no les pagará horas extraordinarias.
Añade que también están contratadas personas que por su edad apenas pueden trabajar, pero que les paga un sueldo por una cuestión ética, porque no pueden dejarlos abandonados.
Consultado acerca de cuáles son los mayores problemas que enfrenta la comunidad, Alvear responde que sin ninguna duda el tema habitacional.
La Villa Baviera sólo tiene grandes módulos en que las familias deben ocupar dos o tres piezas, con pasillos, baños y cocina común, lo que hace difícil la intimidad.
Existe un proyecto para construir 37 casas, en que se entregarían lotes con títulos de dominio individuales a cada familia, pero existe un embargo judicial del terreno, debido a un juicio en que aparece como demandante el Consejo de Defensa del Estado, que impide realizar cualquier construcción.

Diario EL SUR, 3 y 4 de septiembre de 2006.

No hay comentarios.: