martes, enero 02, 2007

El río Biobío recupera calidad de sus aguas

Efecto de inversiones

La construcción y puesta en marcha de las plantas de tratamiento de aguas servidas domiciliarias comienza a dar sus frutos para recuperar el medio ambiente.


El emisario submarino de San Pedro de la Paz fue lanzado al mar a fines de julio. Hoy su operación permitió eliminar seis descargas que iban al río Biobío.

Por Nello Rolleri V.

El río Biobío está más limpio hoy que hace una década. La afirmación no es una percepción subjetiva, sino que corresponde a mediciones objetivas de calidad de agua que realiza el Centro Eula de la U. de Concepción.
La calidad del agua, especialmente en contaminación por coliformes fecales, ha mejorado notablemente, lo que se debe en gran medida a la construcción y puesta en marcha de plantas de tratamiento de aguas servidas en todos los centros poblados de la región, que han significado una inversión en los últimos cinco años de 280 mil millones de pesos, que es pagada por la población a través de las cuentas de agua.
Según el director de Eula, Oscar Parra Barrientos, la disminución de la contaminación bacteriológica en el último tramo del río Biobío es cercana al 80%, lo que no sólo significa una recuperación ambiental, sino también tiene positivos efectos en la salud humana.
En el año 2003 se puso en servicio la planta Biobío, que permitió el tratamiento de las aguas de las comunas de Chiguayante, Concepción y el 50% de Talcahuano. A mediados de este año comenzó a operar el emisario submarino de San Pedro de la Paz, que permitió eliminar seis descargas que se producían en la ribera sur, según explicó Claudio Santelices Boetctcher, gerente regional de Essbío.
Sin embargo, el río Biobío ha sido purificado desde aguas arriba, con la eliminación de las descargas que ha permitido la puesta en servicio de las plantas de tratamiento de Los Angeles, Laja-San Rosendo, Nacimiento, Negrete, Santa Juana y Hualqui, todas construidas en los últimos tres años.
Actualmente se encuentran en construcción las plantas de tratamiento para las localidades de Dichato ($2.254 millones), Santa Bárbara ($1.712 millones), Coelemu ($1.582 millones), Negrete ($1.362 millones), Cabrero ($1.257 millones), Pinto ($1.042 millones), El Carmen ($639 millones), Florida ($594 millones), Ñipas ($430 millones) y Ninhue ($340 millones).

Cobertura alcanzará al 87%

Con las inversiones en marcha la región del Biobío alcanzará el próximo año una cobertura de tratamiento de aguas servidas del 87%, sobre el promedio nacional del 80%, según explicó Claudio Santelices.
Estas cifras ponen a Chile en primer lugar en Latinoamérica en este ámbito, donde el promedio es del 14% y también muy lejos de Argentina y Brasil, donde la cobertura no alcanza el 10%.
En el otro extremo hay cinco países de la región: Ecuador, Costa Rica, Honduras, El Salvador y Guatemala, que tienen coberturas iguales o menores al 5%.
¿Qué falta para llegar al 100%?.
Básicamente aumentar la cobertura de alcantarillado, especialmente de familias que viven en zonas rurales apartadas o en campamentos en las ciudades.

Mayor planta de regiones

La planta Biobío ubicada en la comuna de Hualpén, sector Gran Bretaña, es la mayor de su tipo en regiones y la tercera más grande en Chile, después de La Farfana y El Trebal de la Región Metropolitana.
Al día por esta planta se filtran 66,5 toneladas de materia orgánica y desperdicios, que hasta hace tres años se botaban directamente al río.
Su tecnología en el tratamiento del agua incluye la remoción de sólidos gruesos y planta elevadora de aguas servidas; un tratamiento primario (mecánico); un tratamiento secundario conformado por un proceso biológico aeróbico de cultivo suspendido (lodos activados) de flujo continuo en carga media; y desinfección con gas cloro. El agua limpia es devuelta al río Biobío.
Para el tratamiento de los lodos existe una planta de digestión anaeróbica de lodos primarios y secundarios; deshidratación de los lodos digeridos por filtros de prensa de banda continua, entregando en todos los casos un lodo con contenido de sólidos del 18%.
Finalmente estos son llevados a canchas de secado y luego a un relleno sanitario.

Solución para Dichato

Entre las últimas plantas en construcción, la más importante es la de Dichato. Pese a que se trata de una localidad costera no se construirá un emisario submarino -como existe en Tomé y Penco- por las características de esa cerrada bahía y porque la demanda del sistema es muy pequeña y no alcanza a tener la presión necesaria durante la mayor parte del año.
Dichato se caracteriza por un fuerte aumento de población durante el verano, de modo que la planta en construcción tendrá dos modalidades de operación: en invierno será una planta de lodos activados de aireación extendida; mientras que en verano tendrá un tratamiento primario químicamente asistido (cloro).
Para Eula, aunque todas estas plantas son una noticia muy positiva en materia ambiental, todavía hay tareas pendientes. Entre ellas la necesidad de un programa de monitoreo integral del borde costero, que permita evaluar cómo están funcionando todos los emisarios submarinos, tanto los de aguas domiciliarias, como los de aguas residuales industriales

*Diario EL SUR, miércoles 29 de noviembre de 2006.

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