sábado, octubre 08, 2005

Sanitaria cumplirá inversiones


Destinará $ 57 mil millones este año

·Thames Water pretende vender Essbío en US$ 600 millones a un controlador nacional.

"Cualquier cambio de controlador no va a alterar en nada el compromiso de inversión que tiene Essbío. Quien compre tiene que seguir el mismo plan de inversiones que tenemos para los próximos cinco años".
Así lo aseguró el gerente general de Essbío, José Luis Arraño Urzúa, ante la intención de Thames Water de vender el control que posee de la empresa sanitaria chilena, que sirve a las regiones del Maule y del Biobío, por el cual espera recibir unos 600 millones de dólares.
Arraño aseguró que la empresa invierte este año la cifra histórica de $ 57 mil millones en la Octava Región, lo que significa cumplir con los compromisos con la Superintendencia de Servicios Sanitarios para terminar las plantas de tratamiento de aguas servidas en las comunas que estaban pendientes.
Sin embargo, en la zona se mantiene la inquietud por el futuro de la sanitaria, considerando que este año se terminó de gastar los recursos de las utilidades de la venta para el Gobierno Regional.

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Empresa sanitaria de regiones del Maule y Biobío

Essbío realiza inversiones y cambia controlador

·Empresa en manos privadas se encuentra en un crucial momento: intenta ponerse al día en su plan de obras, mientras Thames Water vende su control accionario.

Por Nello Rolleri Veloso.

¿Quién gana y quién pierde con lo que ocurre en Essbío?. Es una difícil pregunta. Para intentar responderla hay que mirar los hechos.
La Empresa de Servicios Sanitarios del Biobío (Essbío) fue privatizada por el gobierno de Lagos en el año 2000, pese a los cuestionamientos de parlamentarios regionales de la propia Concertación.
El Estado a través de Corfo se queda con el 43% de las acciones, mientras vende la mayoría de ellas a la inglesa Thames Water, que adquiere el control. La empresa británica se compromete a un ambicioso plan de inversiones, que significa ampliar dramáticamente el tratamiento de aguas servidas, con plantas para todas las comunas y pueblos de la región.
Estas inversiones significan un aumento en las cuentas para los clientes residenciales, pero también impactan positivamente en el medio ambiente, al descontaminar de coliformes fecales los ríos -incluyendo al Biobío y al Itata- lo que significa menos enfermedades entéricas. Los sectores más beneficiados son la agricultura de riego y el turismo.
Además, en forma simultánea, el gobierno se compromete a entregar directamente al Gobierno Regional parte de las utilidades por la venta del control de Essbío, para ser destinado a gasto social.
Hasta aquí todo iba bien. Sin embargo, a los pocos años la alemana RWA compra Thames Water e impone una política de restringir las inversiones a las empresas con alto endeudamiento, lo que afectó a Essbío. Con ello el plan de inversiones para los años 2003-2004 se retrasa notablemente.
La reacción de la Superintendencia de Servicios Sanitarios fue severa y aplica el año pasado una multa histórica a Essbío, que supera los mil millones de pesos por estos retrasos.
El capítulo final está por escribirse en los próximos meses, que es la venta del control de Essbío por parte de Thames Water.

Región se gastó este año la última cuota

El argumento del gobierno para vender el control de Essbío fue que el Estado no disponía de los recursos necesarios para hacer las fuertes inversiones en tratamiento de aguas servidas.
Como contrapartida, de las utilidades de la venta de Essbío, una parte importante sería entregada directamente al Gobierno Regional para gasto social.
Ese aporte se dividió en cuotas anuales, de la cual la última, de poco más de siete mil millones de pesos, fue gastada este año. Ello permitió disponer de un presupuesto total de 35 mil millones de pesos, que se destinaron a infraestructura de salud, educación, pavimentos y otras obras.
Consultado el intendente Jaime Tohá respecto de la venta del Essbío, indicó que se trata de una operación entre privados, en la cual al gobierno no le corresponde intervenir. Manifestó, sin embargo, su interés que esta gestión sea eficiente y se mantengan las inversiones comprometidas.
Es necesario considerar que en agosto pasado el superintendente de Servicios Sanitarios, Juan Eduardo Saldivia, afirmó que la “situación de Essbío es la más compleja del país”, por las sucesivas multas y procesos sancionatorios que enfrenta la empresa.
Finalmente, el mes pasado se concretó el pago de Thames Water a Essbío de una indemnización de US$ 11,1 millones y otros US$ 300 mil a Corfo, a raíz del caso Hidrosán. Este surgió luego de que el SII detectara pagos a la multinacional por $2.100 millones por parte de Hidrosán, una empresa contratista de Essbío.

“Se cumplirán inversiones”

“Para el año 2005 tenemos el compromiso de invertir cerca de 57 mil millones de pesos, creemos que a finales de año vamos a llegar a esa cifra o muy cercano, lo que se traduce que vamos a cumplir el plan de desarrollo que teníamos, ya que habíamos asumido un compromiso con la Superintendencia”.
Así lo expresó el gerente general de Essbío, José Luis Arraño Urzúa, tras inaugurar el jueves la planta de tratamiento de aguas servidas de San Carlos, que costó más de dos mil millones de pesos.
“Próximamente vamos a inaugurar Coihueco, Nacimiento y a fines de año Bulnes. El plan de inversiones lo vamos a cumplir este año y creemos que la Superintendencia tiene hoy más confianza en nosotros”, añadió.
Explicó que el año 2004 se reprogramaron obras para el año 2005 y posteriores. “Lo que corresponde hacer este año lo vamos a terminar”.
Agregó que “para el año 2006 quedan una menor cantidad de obras, diría que el año 2005 ha sido el más fuerte. Para el próximo vamos a terminar los proyectos de Coronel y San Pedro de la Paz”.
-¿Qué le diría a la comunidad regional que disminuyó su confianza en Essbío?
-La verdad es que como administración nos hemos concentrado en sacar adelante los compromisos que tenía Essbío. Y creemos que en la medida que la ciudadanía vea que estamos cumpliendo, esa imagen va a mejorar sustancialmente en los próximos meses, estamos confiados en ello. Porque Essbío es una empresa que tiene muchos trabajadores, que están muy entusiasmados con las metas y ese el ambiente que tenemos, que esperamos que podamos mostrar a la ciudadanía.
-¿Qué puede decir del cambio de controlador?
-Ese es un tema que lo está manejando el directorio, es un tema en el cual como administración no nos corresponde pronunciarnos, porque es el accionista mayoritario el que está vendiendo, pero Essbío sigue igual.



La voz de Corfo

Jorge Leiva Lavalle es uno de los tres directores de Essbío nombrados por la Corfo, que representan el porcentaje minoritario del Estado en la sanitaria. El ejecutivo reconoce que “es de público conocimiento que la Corfo no ha estado satisfecha, como no lo hemos estado nosotros tampoco como directorio, de los atrasos en el plan de desarrollo y de inversiones”.
-¿Porqué se produjo este atraso?
-Creo que fue un tema del cambio de administración. Thames Water decidió cambiar la gerencia y fue un cambio muy profundo, no sólo del gerente general, lo que implicó una serie de funciones y la nueva administración tuvo una estrategia distinta que demoró en madurar. Fundamentalmente fue crear capacidades de ingeniería internas en la empresa y no descansar en empresas externas.
-¿Para dejar de depender de Hidrosán?
-Sí, pero también de otras. Había una relación con Hidrosán que al operador principal, que era Thames Water, no le satisfizo.
-¿Thames Water ya indemnizó a Corfo por este daño de imagen?.
-Sí, pero no a Corfo, fue a la empresa, en realidad. Porque el directorio, en su mayoría -nosotros tres de Corfo más el presidente- llegamos a la conclusión de que ha había existido un daño a la imagen de la empresa por estos atrasos y por las relaciones que la Superintendencia había descubierto entre el gerente anterior de Hidrosán, que tenía que ser de alguna manera retribuido por el operador responsable de designar ese gerente y de establecer relaciones que no fueron claras y que la Superintendencia sancionó. Creemos que fue una retribución justa.
-¿Qué ocurrirá con esta mala imagen?
-Creo que esa imagen se va recuperar, porque la empresa está sana, porque estamos recuperando los atrasos de inversiones y desde el punto de vista financiero se mantiene una solidez, por lo que esto pasará en algunos años. Pero Thames Water tomó una decisión estratégica de vender por parte de sus dueños alemanes.

Rechazan nueva venta

El médico Edgardo Condeza Vaccaro ha sido la pulga en la oreja del gobierno en los últimos años por el tema de Corfo. Primero recolectó firmas para evitar la privatización y ahora, por la inminente venta de Thames Water (posiblemente a los mismos dueños de las tiendas La Polar), pide que Corfo vuelva a adquirir el control, comprando a lo menos el 8% de las acciones, para retomar el 51% de ellas.
Condeza insiste en realizar un plebiscito en que se consulte a los ciudadanos si desean que Essbío vuelva a ser una empresa pública.
Para ello enumera las irregularidades en que ha caído la empresa en los últimos años:
La Superintendencia de Servicios Sanitarios (Siss) el año 2004 multa a Essbío por $1.023 millones, debido al retraso en sus planes de desarrollo de obras en 23 comunas, incluyendo Chillán, Cañete, Chiguayante, Coelemu, Curanilahue, Lota, San Pedro de la Paz, Penco y Talcahuano.
Este año la Siss cursa otra multa por $873 millones por incumplimiento en los programas de agua potable.
Después menciona la multa este año de $170 millones por parte de la Superintendencia de Valores y Seguros a Juan Diéguez, ex gerente general de Essbío, que también era socio de Hidrosán, una empresa que ganaba licitaciones de la empresa sanitaria.
Luego la Siss aplica otra multa de $88 millones al ex presidente del directorio de Essbío, Eduardo Verdugo, por los conflictos de interés en algunos contratos en el período 2000-2004.
Finalmente, la investigación del SII que permitió descubrir que Hidrosán pagó a Thames Water, por lo que esta última debió indemnizar a Essbío y a Corfo en 15,4 millones de dólares.
Pese a todas estas situaciones, señala Condeza, Essbío tiene “enormes utilidades”, que el año pasado alcanzaron a los $22 mil millones, mientras que el primer semestre de 2005 ya se empinan por los $10 mil 684 millones.

*Sábado 8 de octubre de 2005.

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